miércoles, 27 de octubre de 2010

Violencia hacia travestis

TRAVESTIS AGREDIERON A AGENTES DEL SERENAZGO
Treinta y cinco travestis que ejercían la prostitución callejera agredieron a tres efectivos del Serenazgo de Lima –Julio Gamarra, Óscar Torpoco y Yeimer Soria Tello–, quienes intentaban desalojarlos del cruce de los jirones Chota y Tarma. Los iracundos sujetos también atacaron unidades del serenazgo, dañando lunas, parabrisas y parachoques.

Esta información pareció el lunes 25 de octubre de 2010 en el diario Perú 21. 

Todxs sabemos que diariamente las personas travestis y transgéneros en estado de pobreza y/o prostitución tienen que vivir situaciones de violencia de los serenazgos quienes las persiguen, las agreden, las detienen ilegalmente y en varias ocasiones son extorsionadas y abusadas sexualmente. 

Muchas de ellas son golpeadas salvajemente y luego abandonadas sin ninguna atención médica. Además, están expuestas a un sinfín de agresiones no solo del serenazgo sino también de los clientes transfóbicos. 

Esta es una situación que se vive a diario en el Perú. 

Los serenazgos hacen constantes rondas no para impedir la prostitución callejera sino para conseguir personas a quienes extorsionar. La intención no es otra que vulnerabilizar exponencialmente a estas personas que no tienen ningún marco legal que las proteja de los abusos.

Es necesario también deslindar la asociación natural que se hace entre travesti y prostitución, son varias las razones para vivir ese tipo de vida.

Muchas travestis y transgéneros son expulsadas muy jóvenes de sus casas al conocerse su verdadera identidad de género, sin posiblidad de contar con medios de supervivencia en una sociedad que las rechaza.

La discriminación laboral que se ejerce sobre travestis y transgéneros es escandalosa, no existe un acceso real al mercado laboral ni políticas inclusivas que permitan una mejor calidad de vida para ellas.

El acceso al trabajo digno se dificulta aún más por los obstáculos que atraviesan para acceder a la educación superior ya que son constantemente marginadas en colegios, institutos y universidades, en los cuales no se permite su ingreso ni la posibilidad de estudiar una carrera.

Aún más, al carecer de un documento de identidad que las represente como realmente son se ven carentes de ciudadanía formal e impedidas de realizar diversos trámites.

Las travestis y trangéneros pobres y sin educación no son ciudadanas porque carecen de elementos e instrumentos formales, legales, fácticos y hasta simbólicos para ejercer sus derechos.

El trabajo sexual para ellas no es una opción, es el lugar que la sociedad les asigna para vivir y del cual la misma sociedad no quiere que salgan. Vivimos en una sociedad machista, misógina, homofóbica, transfóbica, lesbofóbica; y la vida de travestis y transgéneros es un claro ejemplo de ello. El Estado no le da la más mínima importancia a sus demandas y solo trata de exterminarlas.

Sin posibilidad de protección familiar, educación, trabajo formal, documento de identidad, políticas inclusivas en salud, seguridad social, ¿de qué ciudadanía estamos hablando?, ¿qué mundo estamos habitando?



No hay comentarios:

Publicar un comentario