Otro crimen de odio:
es interesante la forma en que se relata este hecho, por ejemplo, es completamente necesario resaltar que mantuvieron relaciones sexuales, y que estas son contranaturas; esto refuerza el aspecto trágico de la relación, relacionando al sexo gay con la muerte.
y por otro lado, explicar la causa de la muerte, "la motivación", que siempre será por culpa de la víctima, porque él trató de forzar al agresor y este solo trataba de proteger su honra
otra característica de estas noticias es describir cómo fue encontrada la víctima: "semidesnudo", para aumentar lo grotesco de la visión posible y el pecado o aberración que se estaba cometiendo, el cuerpo desnudo, atacado y muerto es una mejor visión para el sistema heterosexual, porque una persona así no merece una muerte digna, y la desnudez es la muestra de su indignidad natural, de su poco valor, de lo asqueroso de su cuerpo.
Un joven soldado desertor del Ejército asfixió con una almohada a un enfermero de la Sanidad de la Policía Nacional, en el cuarto de un hostal en el centro de Lima, al que ingresaron para sostener un encuentro íntimo. El homicida intentó huir, pero personal del alojamiento se lo impidió.
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Según información policial, Sergio José Andrade Jiménez, de 19 años, ingresó al hostal "La bella durmiente" al promediar las tres de la madrugada de ayer, en compañía de Pedro Julio Guillén Zamata (43), enfermero de la Sanidad Policial y especialista técnico de primera de la PNP.
De acuerdo a los agentes de Criminalística, después de sostener un encuentro sexual, el polic ía y enfermero Guillén Zamata habría querido penetrar contra natura a Andrade Jiménez, quien cogió una almohada y asfixió a su pareja.
Tras cometer el crimen el ex soldado intentó abandonar la habitación 303 del hostal ubicado en la primera cuadra del jirón García Calderón, indicándole al administrador y al cuartelero que su acompañante se quedaría a descansar.
Sin embargo, los empleados del hostal lo retuvieron y al acudir a la habitación encontraron el cuerpo sin vida de Pedro Julio Guillén, semidesnudo y cubierto con las sábanas. De inmediato el administrador dio parte a la policía, cuyos efectivos detuvieron a Sergio José Andrade.